Tomillo (Thymus vulgaris) en maceta de 13 cm.

El Tomillo es una planta aromática y perenne de la familia de las Lamiáceas.

Características

Se caracteriza por su porte compacto y leñoso, con tallos ramificados y hojas pequeñas de color verde grisáceo. Su fragancia intensa es una de sus principales cualidades, lo que la convierte en una hierba muy apreciada en gastronomía y medicina natural. Durante la primavera y el verano, produce pequeñas flores de tonalidades blancas o rosadas, atrayendo polinizadores como abejas y mariposas.

Originario de la región mediterránea, Thymus vulgaris es ampliamente cultivado en jardines y huertos por su resistencia y versatilidad. Contiene aceites esenciales con propiedades antibacterianas, antifúngicas y expectorantes, por lo que se ha utilizado tradicionalmente en remedios caseros para afecciones respiratorias y digestivas.

Cuidados del Tomillo (Thymus vulgaris)

El cultivo del Tomillo (Thymus vulgaris) es sencillo, ya que se trata de una planta rústica y poco exigente. Prefiere suelos ligeros y bien drenados, con un pH neutro o ligeramente alcalino. Es fundamental evitar el exceso de humedad en el sustrato, ya que puede provocar la aparición de hongos y la pudrición de las raíces.

Necesita una exposición solar directa para desarrollarse de manera óptima. Su resistencia a la sequía permite reducir los riegos a un mínimo, asegurando que el suelo se seque entre cada riego. No requiere fertilización frecuente, aunque un ligero aporte de compost orgánico en primavera favorecerá su crecimiento.

Para mantener su forma compacta y estimular la producción de hojas aromáticas, se recomienda podar el Tomillo (Thymus vulgaris) después de la floración. Su resistencia a plagas y enfermedades lo convierte en una excelente opción para jardines y huertos de bajo mantenimiento.